Las discusiones (diferentes a las peleas) forman parte de una relación, son oportunidades para ponerse de acuerdo en aspectos en los que la pareja difiere, aunque en nuestra cultura habitualmente esas oportunidades se tornan constantes focos de tensión. Tener una discusión provechosa es algo que requiere cierta cantidad de tiempo aprender a hacer y se comienza respetando dos reglas básicas:
1- No sarcasmo: Es cuando dices algo, queriendo expresar precisamente lo contrario. Como por ejemplo “siempre pensás en mis sentimientos” queriendo decir que en realidad no es así.
2- No Ironía: Cuando dices algo que puede llevar dos o más mensajes. Como por ejemplo “hoy te has portando bien conmigo”, que indica una verdad, pero también un reclamo de que otros días tal vez no ha sido así.
Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.