Contrario a lo que algunos piensan, la ciencia no ha dado una respuesta definitiva. Dato que deberían respetar tanto los activistas en pro de los derechos de los homosexuales que aseguran que se nace; como los activistas más conservadores, generalmente religiosos, que aseguran que es una enfermedad, por tanto que se adquiere y que se puede curar.
Asegurar una u otra cosa es un error, porque ninguna de las dos es totalmente cierta; señal de que comprender la homosexualidad es más complicado de lo que parece. Lo que no es complicado de comprender es la necesidad del respeto y el derecho a la salud integral de todas las personas, incluyendo las homosexuales.
Parte de esa salud integral es la salud mental, que se ve afectada no sólo por los conflictos internos que la persona puede experimental al momento de definir sus preferencias, sino, en mayor medida, a las presiones externas que deberá afrontar.
Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.