Escribe.

Cuando una persona escribe utiliza muchas partes del cerebro, como las que se encargan del control de la mano, las que nos ayudan a comprender el lenguaje, y con las que exploramos nuestra memoria, emociones e imaginación.

Es por este motivo que uno de los mejores ejercicios posibles para procesar experiencias que no superamos, situaciones actuales que no aceptamos o simple y sencillamente comprendernos mejor; es escribir. No es casualidad que muchas personas opten por llevar un diario y aunque hoy en día  se nos vende la idea de que estos son sólo para adolescentes aniñadas, la verdad es que en el pasado eran los hombres mejor educados los que llevaban uno; por tanto, cualquiera puede llevarlo.

El consejo es: escribe. No necesariamente tiene que ser un diario, puede ser algo más pequeño sólo para ayudarte a procesar algo que le cuesta a tu mente y corazón. Puede ser una carta o simples notas cortas. Lo importante de este ejercicio es que se perciba un alivio derivado de comprender mejor las cosas.

 Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.