La paranoia de Whatsapp.

La buena salud de una relación se podría medir por la cantidad de malos entendidos o discusiones en las que el eje central es una aplicación móvil como Whatsapp.

Problemas como verle en línea y no saber si está hablando con alguien, creer que nos ha ignorado al no contestar rápido un mensaje o querer revisar todas sus conversaciones, son sólo nuevas presentaciones de un problema más viejo que los teléfonos móviles. La desconfianza.

El problema de la desconfianza no se soluciona teniendo un control desmedido sobre la otra persona. En los casos en que haya un motivo razonable de molestia, se debe llegar a un acuerdo; pero en los que la incomodidad sea fuera de proporción; se debe revisar con atención en nuestro corazón la fuente de esos sentimientos para luego trabajar en ellos. Porque, de no hacerlo, en nuestras relaciones sentiremos que siempre nos pasa lo mismo.

Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.