¿Qué tienen en común las películas cuyo público objetivo son las mujeres jóvenes, como la saga de “Crepúsculo” y la de “Cincuenta sombras de Grey “; con la pornografía a la que habitualmente acuden los hombres? Tienen en común hecho que son tan populares y compradas por una razón. Alientan la fantasía.
Estas películas alimentan algunos deseos profundos de cómo nos gustaría que fueran las cosas, ya que en la realidad, no son así. Como encontrar al amor de nuestra vida, y que de paso tenga un gran atractivo y dinero. O que la mujer sea eternamente delgada, joven y dispuesta sexualmente.
El problema de estas fantasías es que después existe cierta frustración porque la realidad no funciona así; sin embargo, la fantasía no siempre es mala, si es bien empleada puede ser positiva, porque es la que permite pensar y construir nuestras metas. Y Usted ¿Cómo emplea sus fantasías, de forma positiva o negativa?
Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.