Emigrar por motivos económicos es una decisión que nunca se tiene que tomar a la ligera; se deben considerar factores como los medios, la legalidad, el camino, etc.
Pero hay algo que muchas veces no es valorado, y es “qué les enseñás a los hijos e hijas que dejás acá”. Aun cuando son adolescentes y parece que la decisión la pueden comprender mejor, el mensaje enviado es el mismo: El dinero, es más importante que las personas, el dinero, es más importante que los lazos de amor.
Aunque el hecho que papá o mamá se vayan del país generalmente no es retratado como un gran trauma, si es cierto que esta enseñanza crea un punto referencia importante en la conciencia. Ya sea creando un patrón en el que el dinero es sinónimo de cariño, o uno donde se añora tanto un lazo estable de afecto, que se puede entrar en relaciones emocionales peligrosas.
Las publicaciones de este blog están tomados del libro «PAUSA». En él podrás encontrar artículos no publicados en la web.